20 de agosto de 2016

Arroz con palta


Hasta hace unos años yo solía creer en silencio que volvería, como en las novelas mexicanas donde lo muertos nunca están muertos sino que tienen amnesia y están perdidos por el mundo, millonarios e infelices esperando volver, planeando una venganza gigantesca que en el mejor/peor de los casos terminará con algunos muertos y muchas lágrimas.
Durante muchos años esa idea fue un consuelo para mí, una idea que me daba vergüenza decir en voz alta por lo absurda que es, pero que cuando más sola me sentía, me sirvió de consuelo y de compañía.
Hoy no creo que vuelva, han pasado ya tantos años que dudo que tuviera éxito esa novela. Y es que hoy no tengo una idea absurda y alocada que me haga creer que la veré de nuevo alguna vez, pero como me gustaría que así fuera.
Quiero creer que saldrán pollitos de los huevos si los pongo bajo el calor de una lámpara, quiero creer que si pido un deseo en los túneles aguantando la respiración se hará realidad,  quiero creer que mi ratón se fue a buscar a sus papás y más que nada en este mundo quiero creer que la veré algún día, así sea una sola vez, quiero creer más que nada que existe algún tipo de magia, hechizo, conjuro o religión que hará que estemos juntas una vez más, que sentiré su nariz helada, que me cantará o que escucharé su risa que ya no recuerdo.
Un día como hoy hace 14 años y casi dos horas la perdí, un día como hoy hace 14 años tenía tantos recuerdos, recuerdos tan frescos que sentía que me iba a morir por no tenerla, porque no habrían más mañanas de los sábados comiendo arroz con palta en la cama, porque no habrían más días de música y de guitarra. No sé si decir que la extraño tiene sentido ahora, pero extraño cada día que me quitaron a su lado.


Quiero creer en las novelas mexicanas, quiero creer que habrá más arroz con palta en las mañanas.

No hay comentarios: