31 de octubre de 2008

¿Quien es la mierda en el silo ahora?*

Y como mierda de un silo
me voy pudriendo mientras espero
una mirada, una caricia, un beso
[qué atrevimiento el tuyo]
una palabra sin voz y con teclas.

La alarma de sus palabras
me despierta cada mañana
"una semana para volver"
[A mentirle, otra vez]
y ya estamos viernes...

¿Lo estoy dudando?
[¿Estás segura de algo?]
Ella me gusta...
[¿Por cuantos días?]
Está vez es diferente, podría quererla...
[Lo he escuchado antes]
¡Cállate!
[¿Quien es la mierda en el silo ahora?]

28 de octubre de 2008

Colillas en el bolsillo*

Sin haber podido aprender
compró una mueca que juega ser sonrisa,
perdió a la mujer que le enseñaba a reír.

Por primera vez, ella está sola
el silencio de su Lima Gris la ahoga
y los murmullos de la gente la asfixian.


Corre sin lograr huir, no avanza, no se mueve;
sus manos estáticas y duras como rocas

se aferran al amarillo del barandal
el cemento como hiedra carnívora

se amarra a sus piernas .

La gente calla sus gritos desesperados
con risas falsas y vacías
abre esos ojos oscuros y rostros desfigurados la ven,
la siguen.

Parejas que reparten besos en la oscuridad.

Y en estabilidad de estar apresada sin poder caer o llorar
ella busca a algo familiar, pasos sin tacos...
colillas en el bolsillo.

20 de octubre de 2008

Me haces temblar*

Me pintaste con los cabellos aún más negros y lacios, los labios aún más rojos y más gruesos, borraste mis pecas dejando el blanco de mi piel expuesto como un recién nacido saliendo de un útero desgarrado, un fondo gris y algo de sangre.

Me decías "Blanca Nieves". Me pasé los 3 meses de verano encerrada entre 4 paredes. Me debías creer ninfomana pero tú me creías princesa de un cuento de hadas. Yo no quería envenenar a Blanca Nieves y, de paso, a su princesa rosa con una manzana envenenada con verdades [cáncer a la piel].

La que se auto proclama tu mejor amiga, 3 meses cada par o más de años, esa que no esperó ni dos semanas después que te montaste en el avión para invitarme "un café" en su depa, nos decía Sol y Luna, y tus lienzos y mis poemas jugaban a ser estrellas...

En febrero, aunque no lo dijiste me creías una vampireza, así me pintaste. Dijiste que era porque Gush me decía Sara Helen... Yo no lo creí. Y es que corro del sol con más rapidez que mi hermana de su cama cuando hay temblor.

En marzo, dijiste adiós fue el 21 [dices que no recuerdo fechas] . Cerraste la puerta en la mañana y yo me fui a estudiar, con los ojos inchados, creo que no entré en todo el día a clases. Cerraste la puerta y yo al tratarla de abrir la azoté como 3 veces, no dejaba llorar y cuando salí no te vi, el taxi había doblado la esquina, no estabas y pensé: "Nunca le dije te quiero".

Después vinieron las novias, las mías y las tuyas. Las promesas de volver a Lima y no volvías. Las promesas de esperar y no esperé. El tiempo no importa siempre estaremos "cerca" la una de la otra y algún día llegaremos a ese país intermedio.
Y han pasado casi dos año y aún hay mucho por recordar. Recuerda, S, que ese adiós sí disfraza un hasta luego.
Love
G.
[No tengo el lienzo, pero esa fue unas de las fotos que tomó cuando empezó a pintarme.]

15 de octubre de 2008

Y estás?

No llamas. No suena. No vibra. No llamas.

¿Y estás? Con una pregunta y un vacío empieza la historia que nunca acabará. Las horas se mojan con esperanzas [F, las encontré en la cartera negra] y yo me mojo con las lágrimas de tu espera. ¿Espera?. Nunca he sido buena en eso; no te espero 5 min en el paradero...

No llamas. No suena. No vibra. No llamas.

Esperé. Cinco horas a cuatro cuadras para no demorarme en volver. Con lo puntual que soy. Traté de pesar que era mi culpa y D me detuvo. G me hizo entender que debía torturarte unos días. S me torturaba unos días; me obligaba a llorar cuanta lágrima exista en mis ojos y cuando pensaba que la había perdido venía con su bella sonrisa a invitarme otro café y a darme un beso.

No llamas. No suena. No vibra. No llamas.

Tres meses y siete días juntas. 100 días de relación, C, dejame decir que es más de lo que alguna vez he durado y no pensé que después del 100 no estaría el 101. No sé si me arrepiento de esa noche y de ese beso, pero sé que me arrepiento no haber llorado más ese domingo porque hoy por más que quiero no logro derramar una lágrima. Como en canciones raras "Que el dolor cuando es por dentro, es más fuerte".

No llamas. No suena. No vibra. No llamas. Y 100 días después no estoy lista para decir adiós, C.

No llamas. No suena. No vibra. No llamas.

8 de octubre de 2008

Incondicional*

Arena. Neblina. Sal.
Bajo una sombrilla una niña en la playa se pone un poco de bloqueador. Dos horas después la misma niña coloca por cuarta vez un poco de bloqueador en su rostro y en su pecho.
Lima la horrible. En agosto el gris se maquilla con tonos oscuros, pinta los ojos de sus millones de cabezas de negro, sus labios con depresión, se olvida del rubor en las mejillas buscando la palidez; y en lo gris de una tarde de invierno junto al mar una niña se pone bloqueador una vez más.
Pelea con alguien al otro lado de la linea. Se calma un momento. Se quita los audifonos y se arregla la cola de caballo y el escote. El tiempo pasa y una mujer se sienta a su lado.
Silencio. Murmullos. Gritos.
La mujer morena se para disgustada mientras la niña sonríe como lo hizo todo el tiempo, da un par de pasos y trata de alcanzarla, la toma del brazo y murmura algo cerca a su oído, la besa, sólo rosan sus labios, sonríe y se sienta en el pareo azul.
Cuando la mujer morena estaba lo suficientemente lejos como para no poder oír Gabriela derrama un par de lágrimas, grita un nombre pero ella ya está muy lejos como para poder escucharla, grita un par de veces más y nadie la escucha, las aves alzan el vuelo asustadas y Gabriela llora.
...
El tiempo ha pasado. Anoche Gabriela la vio y ella la vio. Gabriela bailaba con su novia, hoy cumplen 3 meses y ella coqueteaba con la novia de una amiga.
Esa mujer morena de grandes ojos y barrio pobre fue, y es, la única que la hace sentir la mujer más bella y la más mierda de todos. Enamorada de ella desde que puede recordar y desde que puede recordar trata de enamorarse también. Una tarde de mayo abrió los ojos y le dijo como nadie que la amaba y que nunca encontraría a nadie que me ame como ella...
No pasó ni un mes y conoció a alguien... Y la verdad es que prefiere que la crea una pituca, una superficial, le dijo más de lo debió decir y creyó que así la protegía porque al final no pudo amarla.